Knowing Me, Knowing You, Europeans All

 

miércoles, 27 enero 2010


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                           Visita a  Kempten, ALEMANIA

 
 

Febrero, Kempten, suroeste de Alemania. Para nosotros era la segunda reunión-intercambio de este segundo año de nuestro proyecto Comenius. Dos profesoras y dos alumnos volamos desde Alicante a Munich. Allí nos reunimos con nuestros colegas ingleses: cuatro profesores y seis alumnos. Juntos emprendimos el complicado reto de llegar a Kempten. Con tanta gente y tanta maleta, en uno de los trasbordos tres de los profesores ingleses se quedaron dentro del vagón del metro. Tras el estupor de ver sus caras alejarse de nosotros, nos dimos cuenta de que, efectivamente, no hay mal que por bien no venga, ya que James (el único profesor inglés que había con nosotros) se dio cuenta de que se había dejado su mochila con su pasaporte dentro de ese vagón, llamó a sus compañeros y pudo recuperarlo a su vuelta.

Ya en Kempten Rocío y José Ángel se fueron con Marion y Andreas, sus anfitriones, con quienes pasaron el "finde" visitando los lugares más emblemáticos y, afortunados ellos, incluso la ciudad de Munich. Los profesores aprovechamos el sábado para conocer la ciudad bávara con una guía estupenda (docente de profesión también) que nos mostró el caso antiguo de la ciudad, el antiguo ayuntamiento, la iglesia de Santa María y el Palacio del Príncipe Abad. Kempten es una ciudad bonita, con calles empedradas y edificios singulares en ningún momento rompen la estética medieval. Por la tarde un colega alemán, doctor en teología por una universidad inglesa, nos enseñó los lugares secretos de la Basílica de San Lorenzo a los que muy pocos tienen acceso. Antes de cenar nos llevaron a una "bodega" de quesos donde nos explicaron el proceso de elaboración y conservación y aprendimos que para aquellos alérgicos a la lactosa de  la leche y sus derivados, ésta debe provenir de vacas con cuernos para que no resulte alergénica. Da gusto  aprender algo nuevo, verdad?

  El domingo estuvimos en los Alpes. Tras coger un funicular, dimos un maravilloso paseo por un paisaje absolutamente bucólico para nosotros hasta un refugio de montaña situado a 1500 m de altitud, donde disfrutamos una vez más de la gastronomía típica del lugar. Por la tarde visitamos una fábrica de cerveza y nos explicaron todo el proceso de su elaboración.

El lunes nos reunimos con nuestros alumnos en la escuela alemana "Staatliche Fachoberschule und Berufsoberschule". Durante la mañana visitamos el centro y asistimos a varias clases de inglés en las que presentamos nuestro país y nuestra región al alumnado alemán. Rocío y José Ángel también les hablaron de sus actividades diarias. Tenemos que decir que se asombraron al ver las fotografías de la Región y muchos aseguraron que nos visitarían. A la hora de comer los profesores tomamos algo en el hotel y nos reunimos para organizar las actividades a realizar en esta última etapa de nuestro proyecto conjunto. Por la tarde el director de la escuela nos invitó a dar un paseo en trineo por los bosques locales. ¡Inolvidable! ¡Qué paisaje! ¡Qué sensaciones! El martes de nuevo pasamos el día en la escuela. Los alumnos estuvieron trabajando en un diccionario "lexicon" con vocabulario en las cinco lenguas del proyecto: alemán, francés, búlgaro, inglés  y español. Los profesores dedicamos unas horas a preparar detalles del próximo proyecto que hemos solicitado y que coordinaremos desde Murcia de sernos concedido. A mediodía tuvo lugar una comida internacional a la que cada escuela aportó productos típicos de su zona. Los alumnos de cada una se encargaron de explicar en qué consistía cada plato. Por la tarde, mientras dábamos un paseo por la ciudad camino de un restaurante, nos sorprendieron (a propósito, claro) tres caballeros vestidos con los trajes típicos de Bavaria que tocaban unos larguísimos instrumentos musicales que nos recordaron a los que se tocan en nuestras procesiones de Semana Santa. Tras en mini concierto al aire libre con copos de nieve incluidos, fuimos al un restaurante típico donde nos deleitaron con música y danzas típicas. Allí descubrimos que el típico sombrero bávaro no lleva plumas, sino pelo de la espalda de una cabra montesa, carísimo por cierto.

El miércoles, tan sólo unas horas después, a la 5 de la mañana, partimos hacia Munich y de allí  de nuevo a Alicante. Desandamos nuestros pasos para volver a casa, pero esta vez más cargados: con un montón de vivencias y la agradable sensación de haber dejado también una parte de nosotros allí. Ahora Kempten y Murcia están más cerca gracias a nuestro proyecto Comenius "Knowing Me, Knowing You, Europeans All".

 

 

 

Begoña Toro Velasco

Coordinadora del Proyecto Comenius